Y no me gusta porque a mi modo de ver hay claras alusiones en pro del comunismo y del ateísmo que sinceramente no vienen a cuento. También reinterpreta las causas de la crisis como consecuencia del capitalismo y de la competencia entre individuos, cuando todos sabemos que los culpables fueron ciertos estamentos financieros que dieron valor a algo que en su origen era muy dudoso, lo que provocó un agujero entre lo que se creía tener y lo que se tenía realmente.
El libro son 12 páginas, pero muy denso, muy ambiguo. He visto panfletos comunistas de no hace muchos años, con las mismas consignas, con los mismos temas,...
En fin, sigo apoyando el movimiento 15-M cuyo principio básico es que los españoles queremos empleos pero no puedo aceptar este libro como precursor de este movimiento tal como llevan diciendo desde hace meses en los medios de comunicación.
lunes, 22 de agosto de 2011
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