Bueno, hoy ví el primer capítulo de la nueva serie Sherlock Holmes, en la que por lo visto sólo prima la inteligencia, inteligente dice ser el agente, inteligente dice ser el detective, inteligente dice ser el asesino.
Y tan inteligentes son que tras 1 hora de capítulo llegamos al gran enigma y no es otro más que el archiconocido cuento de los frascos, que debe tener... no lo sé, pero siglos, hay algunas variantes, pero básicamente hay una serie de frascos, te dicen que uno de ellos está envenenado, los otros no, en unas variantes puedes decidir no elegir ninguno, en otros sí tienes que elegir forzosamente.
Y he ahí el enigma ¿cuál escogéis? pues es obvio, el final es siempre el mismo, todos los frascos reportan un daño, ya sea porque los dos están envenenados, como en las escenas en las que te ofrecen una bebida, tú la cambias por la suya sin que se de cuenta, bebes tranquilamente, y de todas formas terminas drogado o muerto. Luego os lo explicarán en todas las películas o series, la anterior vez que lo vi explicado fue en un capítulo de la serie de animación de las guerras clon, cuando los piratas invitan a los jedis a un banquete.
Mi versión favorita es una en la que el que te tienta es el diablo y cada vez que juegas y aciertas al escoger, te da una recompensa económica, si pierdes le das tu alma, el hombre que juega siempre acierta y se lo gasta en vicios. Hasta que en un momento dado, el diablo le dice que ya no es necesario jugar porque ha llevado una vida tan llena de vicios que su alma ya está condenada y que nunca hubo ninguna copa mala. Esto es ser inteligente!!! Ver a Sherlock dudando cual es la pastilla envenenada y que no se dé cuenta de que las dos lo están, no lo es.
Está muy bien que Sherlock use smartphones, pero que alguien le obligue a repasar los cuentos de toda la vida, jejeje.
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