Es increíblemente rápido, de verdad, en cuanto los problemas comienzan a irse, las oportunidades aparecen. Y son demasiadas. Demasiadas como para poder escoger entre ellas. Como ya os comenté demasiadas elecciones, generan dudas y las dudas nos alejan del camino de mejora que tanto nos ha costado retomar.
Por eso lo mejor es no elegir sobre las posibles cosas que podríamos hacer , sino decidir que cosas vamos a hacer hoy, vivir día a día. Puede parecer una contradicción ¿Cómo podemos esperar un futuro mejor si no lo planificamos, si sólo pensamos en las tareas pendientes para hoy? Realmente sólo puedo decir que en la práctica es así.
Que el avance en la vida y en cualquier cosa viene a raíz de hacer las tareas que hago hoy y no en fantasear en las tareas que haré mañana. Muchas de las oportunidades son sólo humo y espejos que nos ponen en un estado de espera casi permanente. Y mientras esperamos no estamos desarrollando todo el potencial del que somos capaces.
Y ese es el sentido de la vida, desarrollarnos todo lo posible, mejorar todo lo posible, crear todo lo posible y lo más importante, hacerlo todos los días.
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