lunes, 25 de marzo de 2013

De ojalás y castillos

Ojalá mis palabras llegasen a todos los que buscan un nuevo comienzo.

Ojalá las leyesen todos aquellos que tienen la sensación de que hay algo que no encaja del todo en este mundo.

Ojalá aquellos que dicen buscar la forma de mejorar su vida leyesen, releyesen y comprendiesen los libros que a mí tanto me han servido.

Ojalá pudiesen ver lo que yo veo, lo que todos los que hemos entendido este puzzle vemos.

Ojalá fuesemos suficientes para llegar a un 1% de población que usa el capitalismo creativo en lugar del capitalismo competitivo, porque en ese momento se llegaría a status quo de nuevo y la crisis acabaría inmediatamente.

Pero sé que tan sólo un 5% de la población lo usa de forma casual (optimistas), un 1% lo usa siempre (muy optimistas), muchos menos además lo usa con fines sociales y menos aún hemos aprendido sus normas de funcionamiento.

Lo cierto es que aunque no es bueno, la gente defiende el sistema que han conocido, aunque ahora no los esté beneficiando y cuando hablo de sistema no me refiero a nada de político, sino al sistema de pensamientos básicos que nos han dado desde pequeños tanto nuestros padres, como el colegio y la religión.

Ahora que estamos desarrollando nuevos objetivos, proyectos, metas... constatamos que un 90% de la gente nos desea buena suerte pero que les parece erróneo y sólo un 10% cree de verdad en nosotros.

Hay gente que cree que lo que hacemos es humo, formar una imagen de la nada, un acto propio de la charlatanería, pero todo lo que fue, primero fue imaginado. Incluso Miguel Ángel trataba de ver la figura dentro de la roca para esculpirla y así liberarla. Pues así hacemos nosotros, primero imaginamos y luego lo volvemos realidad.

Durante este último mes he tratado de enseñar a mucha gente todo esto, y el resultado es el mismo, el 90% lo rechazan sin probarlo, y al 10% les ayuda a ser un poco más optimista de lo que ya eran. Así que voy a relegar todo esto de nuevo al ámbito privado y a este blog, simplemente porque el tiempo que uso en debatir con aquellos que no están preparados para entenderlo, no lo uso en construir mi castillo.



¿Y qué es mi castillo? Bueno, es lo que yo quiero que sea, lo del castillo lo he sacado de una canción que decía algo así como "buscar un castillo para tu princesa". Así que voy a construir el castillo más hermoso que sea capaz de imaginar y que a día de hoy no es poco.

Muy probablemente cuando el castillo comience a sobresalir, los mismos que nos califican ahora de soñadores vuelvan y nos pregunten como era esto y como era aquello.

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