Y es que su lema "Vayamos por partes" también lo es de cualquier programador. Dividir tareas grandes en tareas cada vez más pequeñas y sencillas, y rapidez en finiquitar a estas e integrar "aguas arriba" son el éxito de la programación.
Podemos incluir también en el arte de la división de tareas a Henry Ford que pulió el concepto al máximo al crear las grandes cadenas de montaje.
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