viernes, 4 de marzo de 2011

El timo del niño magnético.


El portal científico "LiveScience", que nos recuerda que no es la primera vez que alguien proclama sus supuestos poderes magnéticos y que, en realidad, estos dotes de atracción del niño se deben más a la grasa corporal que a un supuesto y extrañísimo magnetismo interno.
La piel humana segrega, a través del sudor, sustancias pegajosas y aceites dérmicos. Evidentemente, no todas las pieles son igual de pegajosas, algunas lo son más que otras, como en el caso de nuestro niño serbio.
LiveScience nos descubre también que, evidentemente, si se le acercara una brújula al niño tampoco obtendríamos ninguna variación.
Además, y como nos cuenta también nuestro compañero Maikel, en el video podemos observar claramente como el niño se echa hacia atrás "ayudando" a que los objetos continúen pegados.

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