Las Lamias son criaturas vampíricas de origen griego, con cuerpo de serpiente y cabeza y pechos de mujer.
Desde el punto de vista etimológico, aunque de manera poco clara, los Lémures (almas en pena romanas), están emparentados con las mencionadas Lamias, e incluso con el adjetivo lamyrós, "glotón", y el sustantivo laimós, "gaznate, gañote".
Más allá de la etimología, hay una equiparación estética entre lamias y lémures a nivel estético, ya que tanto las vampiresas griegas como las almas en pena romanas sufrían hambre de sangre, una pena y dolor eternos y se les caracterizaba por unos
ojos eternamente abiertos incapaces de disimular el dolor de su existencia.
El origen mitológico de Lamia se emplaza en África del Norte, y era la hija del rey Belus de Egipto y la reina Libia del mismo país que toma nombre.
La hermosa Lamia, sufrió los acosos de Zeus, y como es costumbre, su esposa Hera, muerta de celos e incapaz de atacar a su propio marido debido al inmenso poder que tenía como monarca del Olimpo, castigó a Zeus a través de la infortunada joven a la cual transformó en un monstruo, mitad mujer, mitad serpiente y mató a sus hijos.
Además, Lamia fue condenada a no poder cerrar sus ojos, de modo que estuviera siempre obsesionada con la imagen de sus hijos muertos. Apiadándose de ella, Zeus le otorgó el don de poder sacarse los ojos para descansar, y a recolocárselos al despertar. Lamia sentía envidia de las otras madres y devoraba a sus hijos, siendo perseguida por un hambre y una angustia eternas que no hacia más que aumentar
su desdicha.
Se supone que Lamia tuvo algún tipo de descendencia, ya que su nombre fue usado posteriormente para definir unos tipos de vampiros femeninos de ámbito griego y norteafricano.
Podéis ver la información completa en el número 17 de la revista Milenarios de descarga gratuita en www.revistamilenarios.com así como en el artículo de la Wikipedia.
lunes, 7 de febrero de 2011
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